Ayer tuve la oportunidad de disfrutar a lo grande, comiendo buenos oricios, regados con Ribeiros como Martín Códax, Mar de Frades y Casona Micaela, este último de Cantabria, por cierto, recomendable. Sólo los cato una vez al año, así que a disfrutar.
Las sensaciones como os digo, de comer oricios, son muy intensas: Cuando les tienes delante, les cojes y si les aprietas mucho, te pinchas, tienen unas puas duras y muy finas. Pero si les coges con cuidado, le das un corte por la boca o por el culo, según se mire, y les abres, salen todas las huevas con ese color intenso que cuando llegan a la boca, parece que te has comido una ola.
Espectáculo visual, que me motiva para transformarlo en creación plástica. Por lo general, esas cosas que vivimos y tenemos al alcance son los motivos que escojo para mis pinturas. En este momento es la temporada de las fresas y los rojos estan temblando, ahora que empezare con los oricios, tendre que hacer compra...
Asi que ya sabeis, atentos al año que viene a la temporada de oricios.
Buena pinta tienen las bestias esas.Los caldos algunos los he catado pero el Boukha Oasis no.Enhorabuena por cuidarte una vez al año.Ya nos enseñaras como pintas esos bichos llenos de púas.Salud
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